dimecres, 9 de desembre del 2009

Porno.

Diez años después de Trainspotting, tras divorciarse de su mujer y de fracasar en varios negocios que iban de lo incierto a lo dudoso, SickBoy está en franca decadencia. Acaba de dejar su piso en un barrio pijo de Londres y se ha mudado a un agujero miserable en una zona degradada, y tras una noche de drogas y sexo indiscriminados, decide aceptar la oferta de su tía Paula. Pero en el Port Sunshine el negocio no está solamente en las bebidas. Y que en Edimburgo hay un floreciente negocio de vídeos porno realizados en las trastiendas de los pubs, con los clientes como estrellas. Sick Boy, que siempre está maquinando negocios, se pondrá con la ayuda de la guapa Nikki Fuller-Smith, estudiante de cine de día y trabajadora del sexo por las noches, a hacer una película porno de altura, con calidad suficiente como para ser vendida internacionalmente y circular por Internet.

Porno, así es como se llamará la segunda parte de 'Trainspotting' basada en una novela del mismo Irvine Welsch. Danny Boyle se pone manos a la obra para preparar la secuela de 'Trainspotting'. Pero no va a serle fácil, el director quiere desterrar a SickBoy del protagonismo y colocar en su lugar a Renton. Para conseguirlo tendrá que cambiar el argumento que planteaba en el libro Irvine Welsh y lo más importante, convencer a McGregor para que acepte la oferta.

En la novela han pasado 10 años desde que Renton traicionara a sus amigos. La heroína está pasada de moda y SickBoy, que acaba de divorciarse, malvive en un antro metiéndose todo lo que encuentra. Danny Boyle, que consiguió colgarse el apelativo de 'de culto' después de dirigir 'Trainspotting', ya ha puesto los ojos en 'Porno'. "Es una producción difícil porque hay que reunir otra vez a todos los actores, poner mucho dinero y ampliar el papel de McGregor. 'Porno' se plantea como una película problemática. Los productores quieren que Renton pase a ser de nuevo el protagonista, que en el libro ha sido desbancado por SickBoy . Danny Boyle quiere recuperar el éxito después de algún que otro batacazo sonado, y Ewan McGregor parece que lo que quiere es que le dejen en paz. El actor escocés no da señas de estar demasiado interesado en la película. Además, las malas lenguas dicen que no se habla con Boyle, del que antes era un "buen amigo". McGregor, supuestamente, se enfadó con el director después de que le apartaran del rodaje de 'La playa' sin que Boyle saliera en su defensa. Era un papel que quería, pero los productores preferían ir a lo seguro y contratar a Leonardo Di Caprio. En aquel entonces Ewan McGregor era un actor conocido, pero sólo eso. Di Caprio, por el contrario, acababa de estrenar 'Titanic'. Ahora, McGregor, que se ha convertido en estrella con títulos como 'Moulin Rouge' y la reciente saga de 'Star Wars', puede permitirse el decir no a la oferta.

Para Danny Boyle "las estrellas no son forzosamente los mejores actores". Hay una luz especial en ellos, están llenos de luz y, cuando diriges hacia ellos su cámara, cambian, son otras personas. Aparte de eso, Ewan es un ser entrañable. 'Porno' salió a la venta en el Reino Unido en 2002, 12 después que su primera parte. En este tiempo Welsh ha cambiado. Ya no es el ex 'yonqui' post punk británico que escribió 'Trainspotting'. Ahora está casado, vive en un barrio 'pijo' de la ciudad y fija sus intenciones en otras desidias. En el libro, Welsh retoma de nuevo algunos de los fantasmas sociales recurrentes que aparecen en toda su obra: a saber, la violencia, el sexo sórdido y las drogas. "Una novela urbana sin drogas es como un campo sin árboles", matiza. Reconoce que tuvo que consumir mucha pornografía para escribir 'Porno', "pero lo hice porque formaba parte de la investigación, no para masturbarme", advierte.

Esta vez, Sick Boy, cuenta Welsh, es el protagonista por casualidad. El escritor se defiende diciendo que si hubiese querido aprovechar el éxito de 'Trainspotting', hubiera retomado la historia de Renton. Afirma que comenzó a escribir la historia de un hombre que podría ser Sick Boy, pero en horas bajas. La pornografía para Welsh "es una forma de autoafirmación de la clase obrera británica de más de 40 años, que después del período Thatcher se ha quedado sin estatus y sin trabajo y detrás de la cámara se siente fuerte y autopotenciado. "Se me ocurrió la idea del libro pensando en amigos míos que tienen 40 años, entran en crisis, se separan de sus mujeres, empiezan a consumir pornografía y acaban haciendo sus propias películas en vídeo doméstico".De salir adelante el proyecto, Danny Boyle, además de convencer a Renton un joven que se droga habitualmente, deberá contar con su grupo de amigos con los que se han creado un mundo muy particular, entre ellos un violento y alcohólico psicópata, un desesperado adicto a la heroína y un mujeriego con un conocimiento enciclopédico de Sean Connery , ahí es nada. En cualquier caso Welsh se lava las manos, ya ha vendido los derechos del libro y su trabajo está hecho.

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